Hermann Hesse "Lecturas para minutos"
"PERDÓN POR DESCRIBIRTE CON TAN PRECISA LETANÍA. FUI DEVORADO POR LAS FAUCES DEL TIEMPO, ¡OH!, VORAGINOSA ARMONÍA"
jueves, 13 de junio de 2013
"Imagina tu ser como un lago muy profundo pero de escasa superficie. La superficie es la consciencia. Allí hay claridad, allí tiene lugar eso que llamamos pensar. Pero la parte del lago que constituye la superficie es infinitamente pequeña. Puede que sea la parte más bella e interesante, pues al contacto con la luz y el aire se remueve, se transforma y se enriquece el agua. Pero las partes que están en la superficie cambian constantemente. El agua asciende del fondo, desciende de la superficie, siempre hay corrientes, reajustes, desplazamientos y cada parte del agua quiere llegar alguna vez arriba. Al igual que el lago se compone de agua, nuestro yo o nuestra alma (no importa la palabra) se compone de miles y millones de partes, de un tesoro de posesiones, de recuerdos, de impresiones siempre creciente y cambiante. De todo ello nuestra consciencia sólo ve la pequeña superficie. El alma, no ve la parte infinitamente más grande de su contenido. Pues bien, aquellas almas en las que constantemente existe una corriente fresca y un intercambio entre el gran espacio oscuro y el pequeño campo del luz me parecen ricas, sanas y capaces de conseguir la felicidad. La mayoría de las personas albergan miles y miles de cosas que jamás ascienden a la superficie, que se pudren dentro y atormentan. Por eso, porque están podridas atormentan, chocan una y otra vez con el rechazo de la conciencia; están bajo sospecha y se las teme. Este es el sentido de toda moral: ¡lo que se reconoce como perjudicial no debe salir a la superficie! Pero nada es perjudicial, ni nada útil, todo es bueno o todo es indiferente. Cada individuo lleva cosas en sí que le pertenecen, que son buenas para él y que le son propias, pero que no deben acceder a la superficie. Si subieran, dice la moral, sería una desgracia. ¡Pero quizá fuera una suerte! Por eso tiene que subir a la superficie, y el hombre que se somete a una moral empobrece" (502)
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Buen día.
ResponderEliminarAcaba de sucederme algo impensable, pero cierto.
Buscaba una lectura breve de Hermman Hesse. Ha sido siempre una de mis favoritas y recuerdo su principio tan nítidamente como Aureliano Buendía la tarde en que su padre le llevó a conocer el hielo.
"Imagina tu ser como un lago..." escribo en el gran oráculo. Y San Google solo encuentra una entrada: la tuya.
Una sola entrada entre los millones y millones de publicaciones internaúticas.
Preocupante. Muy preocupante. Pero la realidad manda, así que no puedo interpretarlo sino como lo que es. Un indicador preciso de la sangrante situación en que se encuentra la sociedad actual.
Aunque, ahora que lo pienso... Al menos hay alguien a quien ese escrito le parece digno de ser publicado en un blog.
Un saludo
Buen día. Primeramente, muchas gracias por el comentario, me ha sorprendido gratamente.
ResponderEliminarSi para ti ha sido sorprendente, imagínate para mi, que este blog es más bien anónimo y tiene escasa o nula difusión, es como un rincón secreto dentro del océano virtual, así que suena metafórico incluso con el texto, un rincón oscuro dentro del océano internauta que sale a flote a la primera tirada de piedra... ¿Será una desgracia? (parafraseando el texto)
Aunque, ahora que lo pienso, al menos también hay alguien a quien le parece digno leer un texto como este.
Gracias nuevamente y un cordial saludo!