Si una entidad, humana o no, sabe quién es y cuáles son sus funciones asignadas, puede integrarse al gran sistema orgánico y ocupar su lugar en el circuito de conexión universal. Se lo ha ganado por haberse hecho preguntas, por haber averiguado las respuestas y por haber roto los nudos que le impedían el libre movimiento.
Su sistema psicofísico es el instrumento comunicador de dos extremos que le permite recibir y transmitir, tomar y dar, y hacer posible que plan se desarrolle.
Dentro de la mujer, el arquetipo Conector le enseña cómo hacerlo y cuáles puntos inconexos son los que debe religar."
Fragmento del libro "La Diosa en Nosotras" por Ethel Morgan.
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