Es comprensible que Lillith haya sido transformada en demonio, apareada con demonios y madres de demonios, y todo ello estando en el exilio, bien lejos, porque a fin de cuentas ella encarna lo que más puede temerse del viejo orden, y por tanto la sombra del nuevo orden.
Lillith es lo que jamás podrá ser dominado, ni eliminado, ni manipulado, porque ella está por encima de todo, permanece fiel a su propia verdad.
Y en virtud de esa lealtad siempre elige aquello que está en armonía con su naturaleza, no permite que los demás elijan por ella, no hace concesiones.
Nadie la expulsó del Paraíso, y nadie le negó tampoco la entrada, por tanto Lillith sigue siendo libre de volver y puede, por la misma razón, indicarnos el camino de regreso al hogar.
De hecho, también se ha dicho que Lillith se presentó en el Edén como la serpiente enroscada en el árbol del Bien y del Mal, lo cual sugiere que entraba y salía libremente del Paraíso. Y bajo la forma de serpiente, sugiriendo una vez más su vínculo con Kundalini."
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