jueves, 28 de marzo de 2013

Nosotras

Nosotras, éstas locas más que cuerdas
que en el deshielo de la noche
gozan sus despojos,
encierran los tabúes,
para descomprimir un canto de libertad.
Nosotras, muchachas desnudas de imposturas
desprejuiciadas de desencantos
enredadas en la sonrisa de la Luna
en la carne de la Tierra,
en la fuerza enérgica de la vida,
gritamos, amamos, volamos, luchamos.
Nosotras, las dementes del mundo
las que brillan sin Sol,
Las libres pensantes, amantes, rumiantes de ideas.
Las caminantes del cielo,
las raíces de sal
que crujen.
Repletas de sangre,
de placer,
de osadía.
Nosotras, bocas salvajes de todos los tiempos,
conquistadoras invaluables
de la lucha de sueños.
Intrépidas, insurgentes, incorrectas.
Nosotras, puro amor sin gloria.
Orgasmo sin fin.
Risa de brisa.
Calor perfecto.
Nosotras...
mujeres sin más ni menos.

Ana Muna

domingo, 24 de marzo de 2013

Alguna vez las mujeres nos importamos,
alguna vez las mujeres nos respetamos,
alguna vez las mujeres caminamos juntas,
alguna vez las mujeres nos encontramos y nos escuchamos.
Y fuimos brujas y fuimos magas...nos tomamos de la mano y 
mezclamos luz de Luna.
Corrimos desnudas y nos vestimos de viento sur.
Bebimos del mismo néctar y nuestros cabellos danzaron juntos.

Alguna vez nuestra loba fue salvaje y libre,
avanzaba según los tambores ancestrales de ritos profanos y por eso sagrados.
Se llenaban de gozo nuestros cóncavos y las caderas giraron al son agua...

Alguna vez... aullamos juntas.

Un eco solidario surcó alguna vez y sopló la Tierra,
fuimos una misma raíz que se arraigó en lo profundo.
Nuestros críos bebieron de nuestra leche,
nuestra sangre fertilizó los campos,
nuestros amores nos vieron como el opuesto complementario...

Pero los patriarcados y los libres mercados
y los moralistas y los maníacos
y los tecnócratas y los políticos
y las invasiones y las guerras
han roto el Círculo
han hecho del olvido la memoria...

Y Venus cae día a día
y el cáliz se transforma en espada
y la sabiduría atávica se convierte en fálica
y las vaginas secretas lagriman
y nuestro arcano se esfuma...

La Madre Tierra grita por sus hijas
cuela sus raíces y se les adhiere en sus pies.
Los úteros claman su vuelta a lo profundo
allí donde se esconden nuestras abuelas
allí donde se está a salvo de todo peligro
allí donde comienza el Universo.


lunes, 18 de marzo de 2013

Cuando hablo del Amor.

No hablo de estar enamorado cuando hablo del amor,
no hablo de sexo cuando hablo del amor,
no hablo de emociones que sólo existen en los libros,
no hablo de placeres reservados para los exquisitos.
No hablo de grandes cosas.

Hablo de una emoción capaz de vivir cualquiera,
hablo de sentimientos simples y verdaderos,
hablo de vivencias trascendentes pero no sobrehumanas,
hablo del amor tan sólo como de querer mucho a alguien.

Pero, ¿qué estamos diciendo cuando decimos "Te quiero"?
Yo creo que decimos: "Me importa tu bienestar"
Nada más, ni nada menos.

Cuando quiero a alguien, me doy cuenta de la importancia
que tiene para mí lo que hace, lo que le gusta y lo que le duele; "Te quiero" significa,
pues, me importa de ti;
y "te amo" significa me importa muchísimo.

Esta definición conducirá a la plena conciencia de dos hechos: no es verdad que
quieran mucho aquellos a quienes no les importa demasiado tu vida, y no es verdad que no te quieran los que viven pendientes de lo que te pasa.

Repito: si de verdad me quieres, ¡te importa de mi!
Y por lo tanto, aunque sea doloroso aceptarlo,
sino te importa de mi, será porque no me quieres.

Esto no tiene nada de malo, no habla mal de vos que no me quieras, solamente es la realidad, aunque sea una triste realidad.

Hay muchas cosas que yo puedo hacer para demostrar, para mostrar, para corroborar, confirmar o legitimar lo que te quiero, pero hay una sola cosa que yo puedo hacer con mi amor, y es quererte, ocuparme de vos, actuar mis afectos como yo los sienta. Y como yo los sienta será mi forma de quererte.

Tú puedes recibirlo o puedes negarlo, puedes darte cuenta
de lo que significa o puedes ignorarlo supinamente.

Pero esta es mi manera de quererte, no hay ninguna otra disponible.

Querer y mostrarte que te quiero pueden ser dos cosas distintas para mi y para ti.
Y en estas, como en todas las cosas, podemos estar en absoluto desacuerdo sin
que necesariamente alguno de los dos esté equivocado.

Cuando alguien te quiere, lo que hace es ocupar una parte de su vida, de su tiempo
y de su atención en ti. Cuando alguien te quiere, sus acciones dejan ver claramente 
cuánto le importas.

Yo no creo que el amor sea un espacio de sacrificio.
Yo no creo que sacrificarse por el otro garantice ningún amor, y mucho menos
creo que esta sea la pauta que reafirma mi amor por el otro.

El amor es un sentimiento que avala la capacidad para disfrutar juntos de las cosas
y no una medida de cuánto estoy dispuesto a sufrir por ti, o cuánto soy capaz de
renunciar a mi.

A medida que recorro el camino del encuentro, aprendo a aceptar que quizás no me quieras.

El afecto es de las pocas cosas cotidianas que no dependen sólo de lo que hagamos
nosotros, ni exclusivamente de nuestra decisión, sino de que, de hecho, suceda, ni en mi ni en ti.

Si me sacrifico, mutilo y cancelo mi vida por ti, podré conseguir tu lástima,  tu desprecio,
tu conmiseración, 
quizás hasta gratitud, pero no conseguiré que me quieras,
porque eso no depende de lo que yo pueda hacer.

No sólo no podemos hacer nada para que nos quieran, 
sino que tampoco podemos hacer nada para dejar de querer.



Jorge Bucay


viernes, 15 de marzo de 2013

Al principio.

"Al principio solo existía la música de los elementos naturales, el crujir de la tierra, el viento, el mar, el trueno, el sonido de algunos animales. Después vinieron las articulaciones vocales de los ancestros, después, el crepitar del fuego. Un día, en la penumbra de los tiempos, unos golpes con un palo en un tronco hueco, dieron lugar al primer ritmo de la historia de la humanidad, al poco unos agujeros en una caña hicieron nacer el primer instrumento melódico, una flauta. Nace la música, nace la danza, los ritos y las leyendas. El rito musical se extendió por el planeta como una parte más de la cultura de los hombres y las mujeres libres...pasó el tiempo...

Llegó el lenguaje, las escrituras, el arte, pero también las religiones, y las fronteras, se perdieron los orígenes comunes, se perdió el recuerdo, llegaron las guerras controladas por el capital, la esclavitud, la ignorancia y la codicia de los hombres, nunca nadie jamás volvió a recordar esas canciones que hacían de todos un ente colectivo, global y ritual... llegó el olvido.

Se perdieron las melodías y ritmos de los primeros ritos, la humanidad empezó a identificarse con banderas, clases, colores y símbolos que delimitaban siempre de forma excluyente.

Pero la música sigue siendo una, no hay etiquetas, ni géneros de esos que facilitan la comprensión y venta a una masa comercial. No existe ni la pureza ni la fusión, existe la tradición y música hecha desde el corazón, sin fronteras, colores o símbolos que le pongan barreras, y si no, hagan la prueba; acudan a un encuentro entre músicos de cualquier procedencia del globo instrumento en mano, guarden silencio, antes o después aparecerá la llama del ritual, de la conspiración cósmica. Sonará la música, danzarán las gentes y comenzará el rito."

Ángel L. Vicente Rodríguez. Mojácar.





miércoles, 13 de marzo de 2013

El Hombre: Animal Enfermo.

"El hombre está más enfermo, más inseguro, más alterable, más indeterminado que ningún otro animal, no hay duda de ello, él es el animal enfermo: ¿de dónde procede esto? Es verdad que también ha osado, ha innovado, desafiado, afrontado el destino más que todos los animales juntos: él, el gran experimentador consigo mismo, el insatisfecho, insaciado, el que disputa el dominio último a animales, naturaleza y dioses, él, el siempre invicto todavía, el eternamente futuro, el que no encuentra ya reposo alguno ante su propia fuerza acosante, de modo que su futuro le roe implacablemente, como un aguijón en la carne de todo presente: ¿cómo este valiente y rico animal no iba a ser también el más expuesto al peligro, el más duradero y hondamente enfermo entre todos los animales enfermos? (...) El no que el hombre dice a la vida saca a la luz, como por arte de magia, una muchedumbre de síes más delicados; más aún, cuando se produce una herida a sí mismo, este maestro de la destrucción, de la autodestrucción, a continuación es la herida misma la que le constriñe a vivir..."

F. Nietzsche "La Genealogía de la Moral"

martes, 12 de marzo de 2013

¿QUÉ ES LA VERDAD?

"¿Qué es la verdad? Un ejército móvil de metáforas, metonimias, antropomorfismos, en una palabra, una suma de relaciones humanas que han sido realzadas, extrapoladas, adornadas poética y retóricamente y que, después de un prolongado uso, a un pueblo le parecen fijas, canónicas, obligatorias..."


F. Nietzsche  "Sobre  verdad y mentira en sentido extrapolar" 1873

martes, 5 de marzo de 2013

EL PERDÓN

"Cuando crezcas, descubrirás que ya defendiste mentiras, te engañaste a ti mismo o sufriste por tonterías.
Si eres un buen guerrero, no te culparás por ello, pero tampoco dejarás que tus errores se repitan.

El perdón es una expresión de amor.
El perdón libera de ataduras que amargan el alma y enferman al cuerpo.

Muchos de nuestros intentos de perdón fracasan pues confundimos esencialmente lo que es perdonar y nos resistimos ante la posibilidad de empequeñecer los eventos ocurridos u olvidarnos.

El perdón no es olvido, no es olvidar lo que nos ocurrió.
No significa excusar o justificar un determinado evento o mal comportamiento.
No es aceptar lo ocurrido con resignación.
No es negar el dolor.
No es minimizar los eventos ocurridos.

No significa que estés de acuerdo con lo que pasó, ni que los apruebes.
Perdonar no significa dejar de darle importancia a lo que sucedió, ni darle la razón a alguien que te lastimó. Simplemente significa dejar de lado aquellos pensamientos negativos que nos causaron dolor o enojo.

Creemos erradamente que el perdón debe de conducirnos inexorablemente a la reconciliación con el agresor.
Pensamos que perdonar es hacernos íntimos amigos de nuestro agresor y por tal motivo lo rechazamos.
No implica eso para nada, el perdón es ÚNICAMENTE PARA TI y para nadie más.
No hay que esperar que  la persona que nos agredió cambie o modifique su conducta pues lo más probable es que esta persona no cambie y es más, a veces se pone hasta peor.

El perdón se basa en la aceptación de lo que pasó.
La falta de perdón te ata a las personas desde el resentimiento.
Te tiene encadenado.

El perdón se debe realizar "sin expectativas", sin esperar que nada suceda.
Si esperamos que el agresor acepte su error, estaremos esperando en vano y gastando nuestro tiempo y nuestras energías en una disculpa que jamás llegará.
Si estamos esperando esta reacción, luego de haber perdonado, pues realmente no hemos perdonado de corazón pues seguimos esperando una retribución, un resarcimiento.
Seguimos anclados en el problema, en el ayer, queriendo que nos paguen por nuestro dolor.
Entonces no hemos perdonado, y quien tiene el control de nuestras vidas es el EGO.
EGO que quiere a toda costa castigar o cobrar al agresor.
No existe nada ni nadie que pueda resarcir el dolor ocasionado en el pasado, el pasado no tiene cómo ser cambiado.
Ningún tipo de venganza o retribución podrá subsanar los momentos de tristeza y desolación que vivimos, lo mal que nos sentimos.
Al esperar una disculpa,  que se acepte el error, nada de eso cambiará los hechos, lo ocurrido en el pasado, solo estamos queriendo alimentar nuestro ego, nuestra sed de justicia mal enfocada.

La falta de perdón es el veneno más destructivo para el espíritu ya que neutraliza los recursos emocionales que tienes.

Muchas veces la persona más importante a la que tienes que perdonar es a ti mismo por todas las cosas que no fueron de la manera que pensabas.
Perdonando desde nuestro corazón, logramos mirar los hechos tal y como sucedieron y luego dejamos dejarlos ir, dejarlos en el ayer.

Aceptamos que somos APRENDICES!
Que la lección ya se encuentra aprendida  y que hemos logrado vencer las circunstancias negativas que nos tocaron vivir.
Perdona para que puedas ser perdonado.

Recuerda que con la vara que mides, serás medido..."

PAULO COEHLO