Alguna vez las mujeres nos importamos,
alguna vez las mujeres nos respetamos,
alguna vez las mujeres caminamos juntas,
alguna vez las mujeres nos encontramos y nos escuchamos.
Y fuimos brujas y fuimos magas...nos tomamos de la mano y
mezclamos luz de Luna.
Corrimos desnudas y nos vestimos de viento sur.
Bebimos del mismo néctar y nuestros cabellos danzaron juntos.
Alguna vez nuestra loba fue salvaje y libre,
avanzaba según los tambores ancestrales de ritos profanos y por eso sagrados.
Se llenaban de gozo nuestros cóncavos y las caderas giraron al son agua...
Alguna vez... aullamos juntas.
Un eco solidario surcó alguna vez y sopló la Tierra,
fuimos una misma raíz que se arraigó en lo profundo.
Nuestros críos bebieron de nuestra leche,
nuestra sangre fertilizó los campos,
nuestros amores nos vieron como el opuesto complementario...
Pero los patriarcados y los libres mercados
y los moralistas y los maníacos
y los tecnócratas y los políticos
y las invasiones y las guerras
han roto el Círculo
han hecho del olvido la memoria...
Y Venus cae día a día
y el cáliz se transforma en espada
y la sabiduría atávica se convierte en fálica
y las vaginas secretas lagriman
y nuestro arcano se esfuma...
La Madre Tierra grita por sus hijas
cuela sus raíces y se les adhiere en sus pies.
Los úteros claman su vuelta a lo profundo
allí donde se esconden nuestras abuelas
allí donde se está a salvo de todo peligro
allí donde comienza el Universo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario