sábado, 30 de junio de 2012

Lo Bohemio.

¿Qué esconde lo bohemio, hoy día, dos siglos después de su nacimiento, para que siga atrayendo a locos, artistas y a mujeres de "dudosa reputación"?

Actualmente sigue siendo una tendencia minoritaria, para personas de naturaleza solitaria (no confundir con personas que están solos o solas) que disfrutan de compañías selectas con ideas innovadoras, revolucionarias y una cierta tendencia al misticismo propio del romanticismo del XIX.
Pero dista mucho de su esencia original, pues lo que le falta hoy día a toda la sociedad, incluyendo a los bohemios, es su ingenuidad e inocencia hacia los mismos recursos propios de lo bohemio y romántico; este último concepto, malinterpretado en su significado y confundido con una actitud "cursi" o "empalagosa" hacia las relaciones amorosas.
Lo romántico propiamente dicho incluye una cierta idealización hacia el amor, sí, pero no es excluyente solo de eso; lo romántico es catarsis, es tragedia, es dionisíaco (como diría el propio Nietzsche, que a mi parecer, tiene ciertos toques románticos), es exaltación,es revolución, es naturaleza salvaje, es irracional, es el arte por el arte, es poesía, es música, es sensualista (relacionado a los sentidos), es revelación y rebelión, es inconformismo, es pesimismo pero también idealismo, es utópico.

La ingenuidad del bohemio de antaño era su visión de un mundo por descubrir, rechazando los valores convencionales y tradicionales, una inocencia hacia los recursos propios del bohemio, como dije anteriormente, los cuales tomaba por pura inspiración, hoy día el bohemio sabe y es consciente de esos recursos, y como tales los toma, más por parecer bohemio que por serlo.
Lo bohemio de antaño buscaba a sus musas escondidas entre humos de opio, entre la locura propia del incomprendido debido a su sensibilidad excepcional, lo bohemio de hoy busca la diversión entre humos de hachís y marihuana, y busca ser incomprendido más por parecer bohemio que ser bohemio por ser un incomprendido.
Lo bohemio de hoy, está irremediablemente condenado a la mezcolanza, pues se fusiona entre lo moderno de una tecnología que avanza a años luz y su retroceso espiritual hacia lo romántico del XIX.
¡Qué irónico! Un texto hablando de lo bohemio escrito en un portal de Internet; una bohemia que es consciente de su tendencia bohemia.
Eso es lo que diferencia al bohemio de hoy con el de antaño, su conciencia de ser bohemio. El bohemio de antes buscaba su esencia sin saber que ésta era una esencia bohemia; ¿qué esencia busca el bohemio de hoy consciente de su tendencia (que no esencia) bohemia?
Pues como diría el propio bohemio Murger: "la bohemia no es posible sino en París".
Y lejos quedó ese Molino Rojo de musas mestizas que resultaba un gran jardín exótico de inspiración para los poetas malditos como Baudelaire, pues hoy es un pequeño local para turistas curiosos; hoy sus clientes no son borrachos enamorados ni pintores ni escritores que obraban a la luz de una vela en una pequeña habitación bajo los efectos espirituosos de la absenta o el opio; ésa es la gran diferencia, la apariencia y la cartera del cliente de ese París que resultaba milenario a los ojos inocentes del recién nacido bohemio.


Mientras tanto, sigo buscando la esencia bohemia mientras fumo una cachimba de sabores exóticos y leo inspirada a los poetas malditos como Baudelaire, contemplo las obras de Gustave Flaubert en una pantalla de litio junto con las alucinaciones de Van Gogh, reflexiono sobre los aforismos de Nietzsche y el existencialismo de Schopenhauer, caigo en la tentación de Óscar Wilde, sueño con paisajes de Monet, me deleito con la sensualidad "Moulinesca" de Toulouse Lautrec y sus burdeles, y tengo pesadillas con las Leyendas de Bécquer.

Hoy medito entre los mantras de Budha y Siddharta Gautama, entre filosofías secretas femeninas del Tao como el de las Tigresas Blancas y los principios cósmicos de la Wicca.

Hoy rememoro personajes míticos como la bruja Lyllith, Pandora y su curiosidad, la guerrera amazona Lisipe, el canto de las sirenas como Lydia y su flauta, Cleopatra y su inteligencia, Hypatia y su Universo y Marylin y su sensualidad.

Todo esto se fluye y se funde entre velos y gasas de seda, los Jardines Flotantes de Babylonia y odaliscas retozando entre aceites orientales, aromas de sándalo y melodías que incitan a ondular las caderas.

Lo bohemio fluye entre la tragedia griega y el ferrocarril de vapor de la Revolución Industrial.
Lo bohemio es húmedo, es transgresión, es TRASCENDER.


L.G.S

viernes, 29 de junio de 2012

130. -Una decisión peligrosa.



La decisión cristiana de considerar que el mundo es feo y malo ha hecho al mundo feo y malo.


F. Nietzsche "La Gaya Ciencia"







198. -Despecho del orgulloso.

El orgulloso está lleno de despecho incluso hacia quienes le hacen avanzar, mira con malos ojos a los caballos de su carro.


F. Nietzsche "La Gaya Ciencia"



173. -Ser profundo y parecerlo.



Quien se sabe profundo, se esfuerza en ser claro, quien quiere parecer profundo a los ojos de la multitud, se esfuerza en ser oscuro. Pues la multitud tiene por profundo todo aquello cuyo fondo no logra ver, ¡tiene tanto miedo a ahogarse!


F. Nietzsche, "La Gaya Ciencia"  

La solidaridad de doble moral.

¿Qué es la solidaridad, en muchos casos, hacia las desgracias ajenas?
Puede que no sea sino el regocijo disfrazado de compasión para con los que sufren.
En cambio, ¿cuántas personas se solidarizan con la felicidad ajena?




"Les enseñaré lo que ahora comprenden tan pocos, lo que menos entienden esos predicadores de la solidaridad de la compasión: ¡la solidaridad en la alegría!"
(F.Nietzsche) La Gaya Ciencia

lunes, 25 de junio de 2012

La vida es aprender a vivir.

Después de algún tiempo aprenderás la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma, y aprenderás que amar no significa apoyarse, y que compañía no siempre significa seguridad. Comenzarás a aprender que los besos no son contratos, ni los regalos son promesas.

Aprenderás que con la misma severidad conque juzgas, también serás juzgado y en algún momento condenado.

Aprenderás que no importa en cuantos pedazos tu corazón se partió, el mundo no se detiene para que lo arregles. Aprenderás que es uno mismo quien debe cultivar su propio jardín y decorar su alma, en vez de esperar que alguien le traiga flores.

Comenzarás a aceptar tus derrotas con la cabeza alta y la mirada al frente, con la gracia de una mujer o un hombre y no con la tristeza de un niño y aprenderás a construir hoy todos tus caminos, porque el terreno de mañana es incierto para los proyectos, y el futuro tiene la costumbre de caer en el vacío.

Después de un tiempo aprenderás que el sol quema si te expones demasiado. Aceptarás incluso que las personas buenas podrían herirte alguna vez y necesitarás perdonarlas.

Aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma. Descubrirás que lleva años construir confianza y apenas unos segundos destruirla y que tu también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de la vida.

Aprenderás que las nuevas amistades continúan creciendo a pesar de las distancias y que no importa qué es lo que tienes, sino a quién tienes en la vida y que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir.

Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos, si estamos dispuestos a aceptar que los amigos cambian.

Descubrirás que muchas veces tomas a la ligera a las personas que más te importan y por eso siempre debemos decir a esas personas que las amamos, porque nunca estaremos seguros de cuando será la última vez que las veamos.

Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que nos rodea tienen influencia sobre nosotros, pero nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos. Comenzarás a aprender que no nos debemos comparar con los demás, salvo cuando queramos imitarlos para mejorar.

Descubrirás qué se lleva mucho tiempo para llegar a ser la persona que quieres ser, y que el tiempo es corto. Aprenderás que no importa a donde llegaste, sino a donde te diriges. Aprenderás que si no controlas tus actos ellos te controlarán y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad, porque no importa cuan delicada y frágil sea una situación: siempre existen dos lados. Aprenderás que héroes son las personas que hicieron lo que era necesario enfrentando las consecuencias. .. Aprenderás que la paciencia requiere mucha práctica.

Descubrirás que algunas veces, la persona que esperas que te patee cuando te caes, tal vez sea una de las pocas que te ayuden a levantarte. Madurar tiene más que ver con lo que has aprendido de las experiencias, que con los años vividos.

Aprenderás que hay mucho más de tus padres en tí de lo que supones. Aprenderás que nunca se debe decir a un niño que sus sueños son tonterías, porque pocas cosas son tan humillantes y sería una tragedia si lo creyese, porque le estarás quitando la esperanza. Aprenderás que cuando sientes rabia, tienes derecho a tenerla, pero eso no te da el derecho de ser cruel.

Descubrirás que sólo porque alguien no te ama de la forma que quieres, no significa que no te ame con todo lo que puede, porque hay personas que nos aman, pero que no saben como demostrarlo. .. No siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces tendrás que aprender a perdonarte a ti mismo.

Si algo he aprendido en la vida, es que la mentira se pone en contra de quien la inventa.


viernes, 22 de junio de 2012

107.-Nuestro agradecimiento último al arte.


Si no hubiésemos admitido las artes e inventado esa especie de culto a lo no verdadero no podríamos soportar la capacidad que nos proporciona ahora la ciencia de entender el espíritu universal de la no verdad y la mentira. La probidad tendría como consecuencia el asco y el suicidio, pero ocurre que nuestra probidad dispone de un poderoso recurso para evitar esa consecuencia: el arte como aceptación de la apariencia. No siempre impedimos que nuestra mirada redondee y complete lo que imaginamos, y entonces no es ya la eterna imperfección lo que llevamos por encima del río del devenir, sino que creemos llevar a una diosa y nos mostramos orgullosos e infantiles rindiéndole este servicio. Como fenómeno estético la existencia resulta siempre soportable, y en virtud del arte nos han sido dado los ojos, las manos y sobre todo la buena conciencia para poder transformarnos en semejante fenómeno. Es necesario que de cuando en cuando descansemos de nosotros mismos en favor del arte, que nos permite considerarnos a distancia y, desde arriba, reírnos de nosotros mismos o llorar sobre nosotros; es preciso descubrir al héroe y no menos al bufón que se ocultan en nuestra pasión por el conocimiento, ¡gozar de cuando en cuando de nuestra locura para seguir gozando de nuestra sabiduría! y como en el fondo somos precisamente espíritus graves y tenemos más gravedad del peso que la de los hombres, nada podría hacernos tanto bien como el gorro de loco, lo necesitamos como un remedio contra nosotros mismos, necesitamos un arte petulante, flotante, bailarín, burlón, infantil y sereno, para no perder nada de esa libertad por encima de las cosas que espera de nosotros nuestro ideal. Sería para nosotros una recaída caer en la moral, pues a causa de de nuestra irascible probidad y teniendo que satisfacer excesivas exigencias, acabaríamos convirtiéndonos en monstruos y espantajos virtuosos. Debemos ser capaces también de mantenernos por encima de la moral, y no sólo de mantenernos con la tensión ansiosa de quien teme constantemente resbalarse caer, ¡sino también de volar y jugar por encima de ella! ¿Cómo privarnos, entonces, del arte?, ¿cómo privarnos de lo loco? ¡Si todavía os avergonzáis de vosotros mismos, no sois de los nuestros!




F. Nietzsche. "La Gaya Ciencia"

sábado, 16 de junio de 2012

Junco y Agua.


Un proverbio chino dice que, en la vida, hay que ser fuertes como el junco, una idea que expresa bien cual es la verdadera fortaleza y cual, la auténtica debilidad.

Pero hay gente que se cree fuerte porque tiene más salud o más dinero o más poder que otros… Y otra que se cree débil porque tiene menos cantidad de las mismas cosas…
¿Qué es ser fuertes entonces? Ante todo, es ser capaces de resistir interiormente, de lucir un espíritu joven a pesar del paso de los años.


Ser flexibles, creativos, sensibles, espontáneos, auténticos, fuertes.

Ser como el junco, capaces de que no nos dobleguen las aguas ni los vientos de la vida, adaptables y suaves como su tallo, que se dobla siempre y, sin embargo, no se rompe.
Ser flexible es amoldarse, adaptarse a las circunstancias. Es lo contrario a estancarse, a detenerse. Flexibilidad como rasgo de carácter es tolerancia y respeto por el que no piensa como tú.

Los intolerantes son rígidos y en el peor de los casos llegan a ser extremistas. Hay algo detestable en todo extremismo, todos son similares porque los extremos se tocan.

Hay personas muy rígidas, que se posicionan rápidamente, que lo tienen todo claro porque las cosas son para ellos blancas o negras. Ese pensamiento les presta seguridad, una seguridad que en el fondo no tienen y precisan desesperadamente para defenderse de su inseguridad.

Es más fácil para ellos manejarse en esa realidad ficticia de blancos y negros que en la realidad real, en la que hay una escala de grises o mejor todo un arco iris con muchos colores y matices. El rígido es incapaz de cambiar, está anquilosado, petrificado. El desarrollo sano de la personalidad es un continuo transformarse y creerse ya hecho equivale de alguna manera a estar muerto.
Todos somos artífices de nuestra personalidad, todos podemos limar las aristas de nuestro carácter. Quitemos rigidez y pongamos flexibilidad.

Un proverbio chino dice que “la lengua resiste porque es blanda, los dientes caen porque son duros”.
En el Talmud, el libro sagrado esta vez de los judíos, se lee: “Sé flexible como un junco y no rígido como un ciprés”.

Y por supuesto que la flexibilidad y la tolerancia tienen un límite a partir del cual ya no es virtud, sino lo contrario. Pero me temo que estamos lejos de ese límite, así que en caso de duda, como dicen por ahí, “más vale que sobre que no que falte".



jueves, 14 de junio de 2012

Leyenda Sioux: el Águila y el Halcón.

Cuenta una vieja leyenda sioux que una vez llegó hasta la tienda del brujo más viejo de la tribu una pareja de enamorados de la mano, Toro Bravo, el más valiente y honorable de los jóvenes guerreros, y Nube Alta, la hija del cacique y una de las más hermosas mujeres de la tribu.


- "Nos amamos" - empezó el joven.
- "Y nos vamos a casar "- dijo ella.
- "Y nos queremos tanto que tenemos miedo".
- "Queremos un hechizo, un conjuro, un talismán".
- "Algo que nos garantice que podremos estar siempre juntos".
- "Que nos asegure que estaremos uno al lado del otro hasta encontrar a Manitú el día de la muerte"
.
- "Por favor"- repitieron-, "¿hay algo que podamos hacer?"



El viejo los miró y le emocionó verles tan jóvenes, tan enamorados...


- "Hay algo..."-dijo el viejo después de una larga pausa-. "Pero no sé... es una tarea muy difícil y sacrificada".
- "No importa"- dijeron los dos.
- "Lo que sea"- ratificó Toro Bravo.
- "Bien" - dijo el brujo -, "Nube Alta, ¿ves el monte al norte de nuestra aldea? Deberás escalarlo sola sin más armas que una red y tus manos, y deberás cazar el halcón más hermoso y vigoroso del monte. Luego deberás traerlo aquí con vida el tercer día después de la Luna llena".



- "Y tú, Toro Bravo" -siguió el brujo-, "deberás escalar la montaña del trueno y cuando llegues a la cima, encontrar la más brava de todas las águilas y solamente con tus manos y una red atraparla sin herirla y traerla ante mí, viva, el mismo día en que vendrá Nube Alta...¿Comprendisteis?"


La pareja asintió y el anciano chamán hizo un gesto indicando que no tenía más que decir. Los jóvenes se miraron con ternura y después de una fugaz sonrisa salieron a cumplir la misión encomendada, ella hacia el norte, él hacia el sur. El día establecido, frente a la tienda del brujo, los dos jóvenes esperaban con sendas bolsas de tela que contenían las aves solicitadas.

El viejo les pidió que con mucho cuidado las sacaran de las bolsas. Los jóvenes lo hicieron y expusieron ante la aprobación del viejo los pájaros cazados. Eran verdaderamente hermosos, sin duda lo mejor de su estirpe.



- "¿Volaban alto?"- preguntó el brujo.
- "Por supuesto, como lo pediste...¿y ahora?" -preguntó el joven- "¿esperamos un sacrificio, hemos de matarlos, qué hemos de hacer?"



- "No" -dijo el sabio anciano-. "Hagan lo que les digo. Tomad las aves y atadlas entre sí por las patas con estas tiras de cuero. Cuando las hayáis anudado, soltadlas y que vuelen libres".


El guerrero y la joven hicieron lo que se les pedía y soltaron los pájaros. El águila y el halcón intentaron levantar vuelo pero sólo consiguieron revolcarse en el suelo. Unos minutos después, frustradas, las aves arremetieron a picotazos entre sí hasta lastimarse.


- Este es el conjuro. Jamás olvidéis lo que habéis visto. Sois como un águila y un halcón; si se atan el uno al otro, aunque lo hagan por amor, no sólo vivirán arrastrándose, sino que además, tarde o temprano, empezarán a hacerse daño el uno al otro. Si queréis que vuestro amor perdure "volad juntos pero jamás atados".






martes, 12 de junio de 2012

La reputación.

¡Oh! Juliette! Grábate bien ésto: "La reputación es un bien sin ningún valor que nunca nos compensa de los sacrificios que hacemos por ella"

"La buena reputación es conveniente dejarla caer a los pies de la cama"

-Y, ¿la mala?
-La mala se mejora encima de ella.



Si Dios fuera Mujer.

"¿Y si Dios fuera mujer?
pregunta Juan sin inmutarse,
vaya, vaya si Dios fuera mujer
es posible que agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabeza
y dijéramos sí con las entrañas".

Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez
para besar sus pies no de bronce, 
su pubis no de piedra, 
sus pechos no de mármol,
sus labios no de yeso.

Si Dios fuera mujer la abrazaríamos
para arrancarla de su lontananza
y no habría que jurar
hasta que la muerte nos separe
ya que sería inmortal por antonomasia
y en vez de transmitirnos SIDA o pánico
nos contagiaría su inmortalidad.

Si Dios fuera mujer no se instalaría
lejana en el mundo de los cielos,
sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno,
con sus brazos no cerrados,
su rosa no de plástico
y su amor no de ángeles.

¡Ay, Dios mío, Dios mío!
si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería,
qué venturosa, espléndida, imposible
prodigiosa blasfemia.
Benedetti.


lunes, 11 de junio de 2012

Una ninfa. Sencillamente.

"Comprendí que la gente tiene la necesidad de poner nombres a las cosas, de simplificarlas con palabras, pensando así, equivocadamente, que las puede comprender. 
Yo, en cambio, me puse a comunicar cada vez menos con las palabras, y más con el cuerpo.
Si queréis ponerme un nombre, ¡adelante! ¡No me importa! Pero sabed que lo que soy en realidad es una ninfa. Una nereida, una dríada. Una ninfa, sencillamente".


Valérie Tasso. "Diario de una ninfómana"



domingo, 10 de junio de 2012

Cuando el sexo se vuelve sagrado.


El día que aprendamos a hablar sobre sexualidad de manera abierta, libre, entendida y “sentida”, nos liberaremos del acto erótico realizado de manera obsesiva, sin sentido, adictiva y frívola. Cuando descubramos que un orgasmo puede ser el punto de partida de la meditación y aprendamos a adentrarnos en ella sin tener que recurrir al clímax sexual, entonces no nos importará tanto el acto erótico, pero cuando lo llevemos a cabo será un acto de amor, de conciencia, de trascendencia y plenitud, lo realicemos como lo realicemos (cada quien sus gustos a la hora de las posturas y los acomodos).



“De modo que el primer principio que quiero enseñarles es que si desean conocer ese fenómeno llamado amor, el primer paso consiste en aceptar lo que de sagrado, divino y santo tiene el sexo, de todo corazón, plena y sinceramente. Y les sorprenderá ver que cuanto más plena y sinceramente acepten el sexo, más libres se sentirán de él. Cuanto menos se acepta el sexo, más atado se está a él. Cuanto más lo acepten, más libres serán. A la aceptación completa de la vida, a todo lo que es natural en la vida, yo lo llamo religiosidad. Y esa religiosidad libera a la persona.”


OSHO

UNA FLOR NO NECESITA HABLAR, SIMPLEMENTE ESPARCE SU AROMA.






sábado, 9 de junio de 2012

Cuando me amé de verdad.


Cuando me amé de verdad
comprendí que en cualquier circunstancia,
yo estaba en el lugar correcto, en la hora correcta,
y en el momento exacto, y entonces, pude relajarme.
Hoy sé que eso tiene un nombre… Autoestima.

Cuando me amé de verdad,
pude percibir que mi angustia,
y mi sufrimiento emocional, no es sino una señal
de que voy contra mis propias verdades.
Hoy sé que eso es… Autenticidad.

Cuando me amé de verdad,
dejé de desear que mi vida fuera diferente,
y comencé a aceptar todo lo que acontece,
y que contribuye a mi crecimiento.
Hoy eso se llama… Madurez.

Cuando me amé de verdad,
comencé a percibir que es ofensivo tratar de forzar alguna situación, o persona,
sólo para realizar aquello que deseo, aun sabiendo que no es el momento
o la persona no está preparada, inclusive yo mismo.
Hoy sé que el nombre de eso es… Respeto.

Cuando me amé de verdad,
comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable:
personas, situaciones y cualquier cosa
que me empujara hacia abajo.
De inicio mi razón llamó a esa actitud egoísmo.
Hoy se llama… Amor Propio.

Cuando me amé de verdad,
dejé de temer al tiempo libre
y desistí de hacer grandes planes,
abandoné los mega-proyectos de futuro.
Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta,
cuando quiero, y a mi propio ritmo.
Hoy sé que eso es… Simplicidad y Sencillez.

Cuando me amé de verdad,
desistí de querer tener siempre la razón,
y así erré menos veces.
Hoy descubrí que eso es… Humildad.

Cuando me amé de verdad,
desistí de quedarme reviviendo el pasado,
y preocupándome por el futuro.
Ahora, me mantengo en el presente,
que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez.
Y eso se llama… Plenitud.

Cuando me amé de verdad,
percibí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme.
Pero cuando la coloco al servicio de mi corazón,
ella tiene una gran y valioso aliado.
Todo eso es… Saber Vivir.

No debemos tener miedo de afrontarnos,
de hecho hasta los planetas chocan
y del caos suelen nacer la mayoría de las estrellas.


Charles Chaplin.




viernes, 8 de junio de 2012

Y tú, ¿cuál alimentas?


Érase una vez, un viejo indio Cherokee que enseñaba a su nieto sobre la vida.
"Una lucha continúa dentro de mí," dijo él al muchacho joven. "Es una historia inolvidable alrededor de dos lobos muy poderosos. Uno es malo... él es la envidia, la avaricia, la culpa, el resentimiento, mi autocompasión,el rencor,la venganza, la mentira y el orgullo falso. El otro es bueno... él es la alegría, la serenidad,el perdón, la compasión, la humildad, la benevolencia, y la verdad."
"La misma lucha continúa dentro de usted también y dentro de cada otra persona." añadió el viejo.
El nieto alzó la vista hacia su abuelo y con ojos asustados preguntó, "¿Pero dígame Abuelo, cúal ganará?"
Su Abuelo contestó... "El que tu alimentes."


Guerrero de la Luz.


"Todo guerrero de la luz ya tuvo alguna vez miedo de entrar en combate.
Todo guerrero de la luz ya traicionó y mintió en el pasado.
Todo guerrero de la luz ya recorrió un camino que no le pertenecía.
Todo guerrero de la luz ya sufrió por cosas sin importancia.
Todo guerrero de la luz ya creyó que no era un guerrero de la luz.
Todo guerrero de la luz ya falló en sus obligaciones espirituales.
Todo guerrero de la luz ya dijo sí cuando quería decir no.
Todo guerrero de la luz ya hirió a alguien a quien amaba.
Por eso es un guerrero de la luz; porque pasó por todo eso y no perdió la esperanza de ser mejor de lo que era".

Paulo Coelho.



El Odio.

Es la historia de un hombre que cae de un edificio de cincuenta pisos, para tranquilizarse mientras cae al vacío, no para de decirse: "Hasta ahora todo va bien, hasta ahora todo va bien, hasta ahora todo va bien..."
Pero lo importante no es la caída... es el aterrizaje.