Yo, en cambio, me puse a comunicar cada vez menos con las palabras, y más con el cuerpo.
Si queréis ponerme un nombre, ¡adelante! ¡No me importa! Pero sabed que lo que soy en realidad es una ninfa. Una nereida, una dríada. Una ninfa, sencillamente".
Valérie Tasso. "Diario de una ninfómana"
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